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A Privataria Tucana destaque na imprensa Argentina
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-183921-2011-12-22.html
EL MUNDO › OPINION
Privatización y piratería
Por Marco Aurélio Weissheimer *
El libro A privataria tucana (1), del periodista Amaury Ribeiro Jr., trajo de vuelta al debate político brasileño el proceso de privatizaciones liderado por el gobierno del ex presidente Fernando Henrique Cardoso. Producto de doce años de trabajo, el libro denuncia la existencia de un esquema de corrupción y lavado de dinero que habría sido armado alrededor de importantes líderes del PSDB (Partido de la Social Democracia Brasilera), entre ellos el ex ministro de Planeamiento y de Salud, ex gobernador de San Pablo y ex candidato a presidente de la República José Serra, que en el gobierno de Fernando Henrique Cardoso comandó, como ministro de Planeamiento, el proceso de privatizaciones, especialmente en el sector de las telecomunicaciones.
El libro se transformó en un fenómeno en las redes sociales y una piedra en el zapato de la prensa brasileña. A pesar de haberse agotado la primera edición, de 15.000 ejemplares, en cerca de cuatro días, los principales vehículos de comunicación del país adoptaron un silencio ensordecedor sobre el tema. Solamente en los últimos días, una semana después de que el texto se convirtiera en uno de los temas más debatidos en Internet, los llamados grandes medios comenzaron a hablar del libro de una manera un tanto insólita, a saber, priorizando la versión de los acusados.
Hasta el último viernes, según informaciones de la editorial, unos 50.000 ejemplares ya habían sido vendidos –en siete días– y otros 30.000 están llegando a las librerías en los próximos días.
Publicado por Geraçao Editorial, el libro de 343 páginas relata lo que llama “verdadera piratería practicada con dinero público en beneficio de fortunas privadas, por medio de las llamadas off-shores, empresas de fachada del Caribe, región tradicional e históricamente dominada por la piratería”. La publicación tiene un elemento explosivo adicional, relacionado con las disputas internas en el PSDB. El autor dice que el punto de partida de la investigación ocurrió cuando trabajaba en el diario Estado de Minas y recibió la misión de hacer un reportaje investigativo sobre una red de espionaje que habría sido estimulada por José Serra para producir un dossier en contra del ex gobernador de Minas Gerais Aécio Neves, que estaría manteniendo algunos romances discretos en Río de Janeiro. Ese dossier tendría la finalidad de desacreditar a Aécio Neves en la disputa interna con Serra, por indicación del candidato del PSDB a las elecciones presidenciales del 2010.
Esa pauta inicial, relata Ribeiro Jr., terminó conduciéndolo a una investigación mucho más amplia, implicando a Ricardo Sérgio de Oliveira, ex tesorero de las campañas de Serra y Cardoso, el propio Serra y tres de sus parientes: Verônica Serra, su hija; el yerno Alexandre Bourgeois y el primo Gregório Marín Preciado. El resultado de esa investigación es un relato sobre la trayectoria que habría sido recorrida por el dinero ilícito, de las off-shores y empresas de fachadas en Brasil, y la consecuente “internación” de ese dinero que habría ido a parar a las fortunas personales de los implicados.
La investigación del periodista terminó alcanzando también al PT (Partido de los Trabajadores). En el último capítulo, Amaury Ribeiro Jr. relata un episodio de espionaje interno de la campaña presidencial de 2010, que habría sido montado por el actual presidente del partido, Rui Falcao, parar derribar al grupo ligado a Fernando Pimentel, actual ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior. Además de eso, indica que el PT, en el primer año del gobierno de (Luis Inácio da Silva) Lula, habría retrocedido en las investigaciones de la CPI (Comisión Parlamentaria de Investigación) del Banestado (Banco del Estado de San Pablo), que investigaba la existencia de esquemas de lavado de dinero, involucrando a importantes figuras de la vida política brasileña.
Pero el tema central del libro es realmente el proceso de privatizaciones, que ya fue objeto de varias denuncias en los últimos años, pero nunca con la harta documentación presentada por Amaury Ribeiro Jr. Una gran parte de esos documentos tiene como origen la CPI del Banestado, que suministró informaciones sobre la existencia de un proceso de lavado de dinero que habría sido obtenido ilegalmente de las privatizaciones. Ese es el punto de partida del texto, que se extiende hasta las elecciones presidenciales del año pasado.
El comportamiento silencioso es diferente de aquél adoptado por los medios brasileños en los últimos meses, quienes se dedicaron a la publicación de sucesivas denuncias contra ministros del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff. En su gran mayoría, basadas en afirmaciones hechas por terceros, esas denuncias no siguieron la regla que ahora los grandes medios dicen utilizar para adoptar una posición de cautela con respecto al libro: “Necesitamos averiguar la veracidad de las denuncias antes de publicar algo”.
Sin embargo, la aplastadora presión del tema a través de redes sociales, blogs, portales de izquierda y la revista Carta Capital –que publicó su nota de tapa sobre el libro– terminó por producir fisuras en el bloqueo de los medios. El jueves 15, el diario Folha de Sao Paulo, ligado a Serra, publicó una nota sobre el tema, destacando las declaraciones de los acusados que buscan descalificar al periodista y sus denuncias. En el mismo día, coincidentemente, el ex presidente Fernando Henrique Cardoso y el PSDB divulgaron una nota oficial calificando las denuncias como “calumniosas”.
Mientras tanto, en la Cámara de Diputados, el diputado Protógenes Queiroz anunció ese jueves haber obtenido las 173 firmas necesarias para instalar una Comisión Parlamentaria de Investigación de la Privataria Tucana, destinada a investigar fraudes en el proceso de privatizaciones del gobierno de Cardoso. El pedido será protocolado la semana próxima.
Editor Jefe de Carta Maior.
(1) Privataria Tucana: privataria es un neologismo que mezcla las palabras privatización + piratería, y tucana se refiere al pájaro tucán, símbolo del PSDB.
Privatas entra nas listas dos mais vendidos
O livro A Privataria Tucana entrou nas listas dos mais vendidos da Veja, Época, Folha de S. Paulo, livrarias Saraiva, Fnac e da Folha.
OMBUDSMAN – Folha de S. Paulo – Lixo ou notícia?
SUZANA SINGER – ombudsman@uol.com.br – @folha_ombudsman – 18/12/2011
Folha fez bem em romper o silêncio a respeito da “Privataria Tucana”, que esgotou nas livrarias, mas precisa ainda investigar o que há de revelador no livro
Um silêncio estrondoso, constrangedor, sepulcral, eloquente, criminoso… No total, foram nove adjetivos diferentes, compilados por leitores, para qualificar a mudez da Folha diante do lançamento do livro “A Privataria Tucana”, do jornalista Amaury Ribeiro Jr. (Geração Editorial, 343 págs.).
Na quinta-feira, finalmente, o jornal publicou uma reportagem contando algumas das denúncias contidas na obra e apontando o que seriam falhas (folha.com/no1021526). Os que voltaram a se manifestar não estavam satisfeitos: acusavam a Folha de estar mais preocupada em defender José Serra, alvo principal do livro, do que em expor as denúncias do autor.
A tentativa central da “Privataria Tucana” é mostrar os supostos caminhos tortuosos de cifras milionárias movimentadas por pessoas próximas a Serra. Segundo o livro, seria um esquema para “lavar” propina recebida por conta das privatizações do governo Fernando Henrique Cardoso (1995-2002).
Ribeiro Jr. usou documentos da CPI do Banestado, que apurou, entre 2003 e 2004, crimes de evasão de divisas, mas que terminou em “pizza”, sem um relatório final. As denúncias envolvem Ricardo Sérgio de Oliveira, ex-tesoureiro de campanhas tucanas, o empresário Gregório Marin Preciado, casado com uma prima de Serra, e Verônica Serra, filha do ex-governador.
Os capítulos finais do livro, porém, são um petardo contra o PT, retratado como um partido engalfinhado em disputas internas.
Para avaliar a qualidade do material publicado, são necessários tempo e um jornalista investigativo experiente. Primeiro, é preciso apontar o que há de novidade, quais são os documentos inéditos, já que muitas denúncias elencadas apareceram na grande mídia na época.
O leitor adepto da teoria do “PIG” (“partido da imprensa golpista”) tomaria um susto no arquivo digital da Folha. A manchete de 25 de maio de 1999 era: “FHC tomou partido de um dos grupos no leilão da Telebrás”. O presidente acusava o jornal de “sensacionalista”. A notícia eram os grampos no BNDES, que revelavam empenho do governo federal em fortalecer um dos consórcios concorrentes. A reportagem ocupava incríveis 12 páginas.
O ex-diretor do Banco do Brasil Ricardo Sérgio, que mereceu um capítulo na “Privataria Tucana”, foi capa da “Veja”, de 8 de maio de 2002, sob o título “Quinze milhões na Vale”. A reportagem denunciava um pedido de pagamento de “comissão”, que teria sido feito por Ricardo Sérgio em nome dos tucanos, por ocasião da privatização da Companhia Vale do Rio Doce, em 1997.
Separado o que for revelador no livro -se houver algo-, cabe à reportagem aprofundar as investigações, mergulhando nos papéis que acabaram esquecidos depois que a CPI do Banestado foi arquivada.
Não dá para ignorar também o relato do que teria acontecido em um dos centros de imprensa da campanha presidencial de Dilma, definido pelos tucanos como “fábrica de dossiês”. Ribeiro Jr. foi acusado de ter encomendado a quebra de sigilo fiscal da filha de Serra e acabou indiciado pela Polícia Federal. O assunto ocupou várias manchetes da Folha em 2010 e até hoje a história está mal contada.
O jornal fez bem em romper o silêncio em torno da “Privataria”, que teve alegados 15 mil exemplares de sua primeira edição esgotados. Foi uma atitude correta, não só como resposta à blogosfera e à parte da mídia que faz publicidade da obra, mas porque é tradição do jornal publicar denúncias, não omiti-las. Foi assim nos governos FHC e Lula e tem sido a praxe com Dilma.
Só que o trabalho ainda não acabou. A Secretaria de Redação diz que o jornal está “em busca de fatos que mostrem aspectos relevantes e desconhecidos do processo de privatização”. “Para isso, pode usar esses e outros documentos como ponto de partida de investigações mais profundas”, afirma.
Ao leitor, resta esperar para saber o que é lixo, como definiu Serra, e o que é notícia ali.